Alguien tiene que decirlo
Después de la toma de conciencia, comienza la empatía: herramientas para ser un buen aliado
Por Marina Sampanes Peed
Director Ejecutivo de Mosaic Georgia
Los listones mensuales son recordatorios visibles de cuestiones importantes, pero no logran captar la profundidad y la complejidad de los desafíos que enfrentan los sobrevivientes y sus defensores.
Una vez que somos conscientes, ¿qué pasa después?
En esta cultura de las redes sociales donde la gente comparte fotos de sus comidas (¡primero la foto, luego come!), parece que la gente en los EE. UU. comparte demasiado. Y, sin embargo… por más abiertos que parezcamos, es difícil hablar de algunos asuntos personales, incluso con nuestros seres queridos: enfermedades potencialmente mortales, violencia doméstica, abuso infantil, acoso y agresión sexual, estafas y sextorsión. Estos evocan sentimientos de miedo, vergüenza, culpa y vulnerabilidad. Cuando estas emociones hierven a fuego lento en medio de los desafíos diarios de la vida, las conexiones sociales y los sentimientos de pertenencia a menudo se ven amenazados.
¿Por qué la persona que sufrió un daño (ya sea médico, físico, sexual o financiero) a menudo se muestra reacia a contárselo a sus seres más cercanos? Las razones más comunes son la vergüenza y el miedo a las respuestas que recibirán. Las preguntas: ¿por qué estabas…? que eras…? Te dije…
Los adolescentes y adultos jóvenes tienen especial miedo de revelar el abuso.
Para ser un aliado, comience antes de que suceda algo
Todo comienza conociendote a ti mismo. No es necesario ser un superhéroe: a menudo basta con estar ahí. Un aliado no es responsable de arreglar nada. Resiste la tentación de “resolver el problema”. Una presencia segura y tranquila es lo más importante.
Y si las situaciones de crisis no son lo tuyo, está bien. Pero vale la pena pensar de antemano cómo podría manejarlos.
Hazles saber a tus amigos y familiares que estás ahí para ellos, pase lo que pase. Deja en claro que no juzgarás ni sermonearás. Recuerde, así como el carterista es responsable de robar una billetera, la persona que acosa, agrede o abusa es responsable de sus acciones. Por lo tanto, evite preguntas como "¿Qué llevabas puesto?" o "¿Por qué no hiciste 'esto'?"
Los mejores aliados:
- Son dignos de confianza.
- Escucha más que habla.
- Responda, no reaccione: mantenga la calma, absorba su energía más pesada para ayudar a liberar el estrés traumático.
- Mantenga la información confidencial. “Esta no es mi historia para compartir” es un buen recordatorio.
- Son pacientes. Reconozca que se necesita mucho tiempo para resolver lo sucedido. Es diferente para cada persona.
Lo primero es lo primero
1. Cree y valida
Cuando alguien se abra a usted, comience haciéndole saber que le cree y que está ahí para apoyarlo. Por ejemplo: "Te creo y estoy aquí para apoyarte en todo lo que pueda".
2. Escuche sin juzgar
Escuche activamente, refleje sus sentimientos y déjeles compartir a su propio ritmo. Evite presionarlos para que revelen más de lo que se sienten cómodos. Por ejemplo: “Parece que te sientes asustado/enojado/triste. ¿Es eso exacto?
3. Respetar su autonomía
Ofrezca opciones, respete sus elecciones y capacítelos para tomar sus propias decisiones. Por ejemplo: "¿Qué quieres/necesitas ahora?" “Hay diferentes caminos que puedes tomar desde aquí. Déjame saber cómo puedo apoyarte en tus decisiones”.
4. Ofrezca apoyo práctico
Al comunicarse, recuerde que no se trata sólo de las palabras: el lenguaje corporal y el tono de voz también importan. Usted podría: recordarles la importancia de dormir profundamente; ofrecer un lugar donde puedan sentirse seguros para dormir sin ser molestados. Fomentar la hidratación; El cuerpo necesita agua para estar sano, física y mentalmente. Ofrézcase a acompañarlos a las citas, proporcióneles recursos y ayúdelos con las tareas diarias para aliviar su carga.
5. Edúcate
Aprenda sobre el trauma, comprenda los recursos disponibles y ofrezca apoyo informado. Por ejemplo: "He investigado algunos servicios de soporte locales que podrían resultarle útiles".
6. Practica el autocuidado
Si eres pareja, padre o compañero de cuarto, esta experiencia impactará tu vida diaria. Establezca límites, tómese descansos y busque apoyo cuando sea necesario.
Recuerde:
Cuando alguien confía en usted lo suficiente como para compartir su experiencia de abuso o agresión, es fundamental escuchar sin juzgar y validar sus sentimientos. No se trata de tener todas las respuestas ni de ofrecer soluciones; se trata de ser una presencia compasiva y hacerles saber que no están solos.
La calma puede ser tan contagiosa como el miedo y el estrés. Así que respira profundamente y mantente firme.
Al ser un aliado solidario, puedes marcar una diferencia real en la vida de alguien. Entonces, unámonos y creemos una cultura de empatía, apoyo y comprensión para todos los sobrevivientes.